Escóndete entre mi sangre.
Refúgiate;
mi pecho guarda tu lugar.
Deja tus ojos
en mis ojos reposar.
Vístete sólo con mis manos.
Ata tu cuello a mi collar.
Camina con firmeza,
mis piernas te quieren llevar.
Lastíma con besos,
cólma de placer mi espalda.
Que tus lágrimas dejen de llorar,
que no duela
tu voz al hablar.
Escóndete entre mi sangre.
Guarda tus manos
justo en mi altar.
Procura sea augusto
tu tiempo en mi tiempo.
Embriágate de mi saliva,
(y)
serena tu cuerpo
en mi colchón.
Escóndete entre mi sangre una vez más,
(y)
estés en mi y en ésta soledad...
Maité
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